Ella anda cerca de los 40
aunque en los bares diga que tiene 35.
Es más de quedarse en casa
pero hoy es el cumpleaños de una amiga.
Pensás que “te la levantaste”
pero en realidad ella te levantó a vos
porque te vio entrando en pose
con la etiqueta del pullover al revés
y le terminaste causando ternura.
Lo que no te contó
es que todavía guarda una foto del padre
y a veces llora cuando se acuerda.
Que tiene un hermano sobreprotector
una deuda en la biblioteca, un gato
y mil quinientos intentos por no parecerse a la madre.
Que come arvejas a escondidas
por un trauma de chica.
Que toma dos tazas de café en ayunas
Y le tiene miedo a las palomas.
Que practica yoga tres veces por semana,
come pizza agridulce y una vez llamó a la policía
cuando el tóxico del ex la siguió al trabajo.
Que así, rota y todo, la tenés paradita ahí
conquistando el mundo un jueves a la noche,
haciéndote creer que “te la levantaste”
y que sos un campeón.
No seas boludo, tratala bien.
Tratala bien que ella se queja y hace cosas.
Que se prende en cada batalla
propias y ajenas,
aunque no sepa si llega viva a casa.
Que si la matan, medio mundo va a pensar
que por atrevida le pasó,
que en algo raro seguro se metió.
Que cuando logra algo importante
medio mundo piensa que con alguno se acostó,
que con alguno se entregó.
Tratala bien porque la mina tiene una guerra
y no necesita al lado a un cagón.
Porque llena de miedo e inseguridades
aún se enamora y dice “esta vez puede que sí».
Tratala bien, no seas boludo.
Que no necesita un gil como yo que la salga a bancar,
pero indiferente no soy.
Porque ella es eternamente libre
en cuerpo, en alma.
Porque tiene el pelo lleno de historias y derrotas,
pero también de goles a último minuto
para gritar abrazada a vos.
Tratala bien porque va a invertir su tiempo,
te va a regalar cosas, va a planear viajes
y te va a agendar en whatsapp como “Mi vida”.
Tratala bien porque te tira las cartas,
te dice cual es tu ascendente, donde tenés la luna
y por donde empezar para dejar de ser un boludo.
Que te pide que te mueras de amor como dice Maru Leone,
y que no seas un cagón.
Que se mete los dedos en los ideales,
los saca para afuera y lucha.
Que te habla de revoluciones,
de mandar todo a la mierda,
de gritar “Vivas nos queremos”,
por sus amigas, por su vieja
incluso por la tuya.
Que hasta le queda resto
para empapelar medio Esquel
contra las mineras, por la tierra y por los animales.
Tratala bien
que me miraba el cuaderno de dibujo cuando era chico
y me ayudaba con la tarea.
Tratala bien porque cuando te abrace
te va a hacer sentir un tipazo
aunque te pongas en pelotudo.
Tratala bien,
en la primera cita como en la última charla
antes de que peque el portazo
y te deje a mitad del discurso
pintado en el auto.
Tratala bien,
Que si tiempo después te ve por la calle
no necesite cruzarse de vereda
y hacer como si no te vió
o como si jamás te conoció.
Tratala bien
que es más de “macho” tocarle los sesos,
que el culo se lo tocan los giles,
que es más de “macho” llorarle de frente
y no jugarla de tarzán
poniendo boca abajo el celular.
Tratala bien
aunque la pierdas,
te pierda o se pierda.
No te pido que la cuides porque no necesita,
solo tratala bien porque conocí varias,
algunas por parte de madre,
otras de padre y otras por ser un boludo.