La Puta de Santa Marta
Las agujas marcan por compromiso las 4:23 de la madrugada, no importa la fecha, podría ser cualquiera. Otra noche transcurre sin prisa en la recepción de este hotel barato. Los únicos cinco huéspedes duermen y la gotera del segundo piso le da un toque siniestro a la penumbra, interrumpida soloSeguir leyendo